El Banco de España realiza encuestas periódicas con el fin de obtener información en torno a la evolución de la actividad económica. Este año, además de ayudar a conocer mejor el impacto de la crisis del COVID-19 en el tejido empresarial español, ha diseñado un breve cuestionario que se distribuye a una muestra de empresas seleccionadas por la Central de Balances del Banco de España.
La encuesta más reciente está a punto de ser publicada. A fin de comparar, en la primera se vio principalmente el impacto severo que tuvo el pasado año en la pequeña empresa, sobre todo de menos de 50 empleados.
Las dos primeras gráficas corresponden a la variación de ventas o facturación y empleo. Se observa que existe claramente un salto cuantitativo para las empresas pequeñas:
Las otras dos gráficas comparan para la facturación y el empleo, la variación interanual de éstas respecto de la media de su sector. Indica por ejemplo que las empresas con menos de 10 empleados vieron disminuir un 1,3% más que la media de su sector, mientras que las grandes, de más de 250 empleados, la caída fue un 4,4% menor que la media de su sector.
Viene a decir que las grandes sufridoras fueron las pequeñas empresas , con menos margen de maniobra a la hora de mantener el empleo, poder hacer efectivas estrategias de diversificación o acceso a nuevos mercados o de acceder a financiación externa. En el informe también indica que a nivel internacional es algo que se repite. Como otros factores indica que fueron las empresas más productivas, antiguas y generalmente en el entorno no urbano las que mejor capearon el temporal.
Estaremos atentos a la nueva encuesta y a la evolución en lo que va de año