«Durante el acto de creación, el artista va de la intención a la realización, pasando por una cadena de reacciones totalmente subjetivas. La lucha hacia la realización es una serie de esfuerzos, de dolores, de satisfacciones, de rechazos, de decisiones que no pueden ni deben ser plenamente conscientes, al menos a nivel estético»
Marcel Duchamp
Estoy como casi siempre en varias cosas, tratando de crear una propuesta sectorial (varias, en realidad) meditando entrar en una asociación, creando contenido… el cóctel habitual de hiperactividad mental. Más concretamente tengo un proyecto en curso para el cual estoy creando el documento de cierre y oportunidades futuras y en breve presento una oferta comercial.
Como pasa con otras tantas disciplinas, en la consultoría el contenido es el rey. Todo el conjunto es importante pero donde aportamos valor es en hacernos una buena composición de lugar, entender al cliente, conocer sus problemas, y combinando nuestra experiencia, la de nuestros colaboradores y proveedores y un poco de innovación, ser capaces de transmitirlo y crear una imagen compartida con nuestro cliente de cara a la propuesta e implantación de soluciones.
Sin embargo, le doy importancia no sólo al qué sino al cómo y es precisamente en esas dos partes de un proyecto, en la entrega final como en la presentación inicial donde me tomo mi tiempo hasta el punto casi de la obsesión o el bloqueo para hacer propuestas estéticamente agradables.
Leyendo por otros motivos veo que esa obsesión está muy ligada al propio proceso creativo, lo cual hasta cierto punto me reconforta.
El proceso creativo, definición
Leo en varios sitios que el proceso creativo es el corazón del trabajo del mundo del arte, pero me quedo con esta definición:
“Un proceso creativo es el conjunto de etapas o fases que se desarrollan para poner en práctica la creatividad con el objetivo de resolver un problema o iniciar un proyecto”
Fases del proceso creativo
Leo también en varios lugares que según el politólogo Graham Wallas el proceso creativo consta de 4 fases entre las que están:
1- Preparación
Es el proceso inicial, donde se hace la recopilación, la investigación y se agrupa, analiza, condensa y organiza lo que se quiere hacer y decir.
2- Incubación
Es un proceso interno, casi inconsciente, en el cual el problema o problemas maduran, fermentan, se recombinan. En mi caso es muy cierto ya que soy dado a trabajar de esa manera subconsciente: Necesito abstraerme, olvidarme, realizar otras actividades para que los problemas y sus soluciones vayan tomando forma, incluso mientras duermo.
3- Iluminación
Es un momento glorioso. Personalmente lo llamo revelación o epifanía. Lo he hablado con otros colegas y el efecto es similar a cuando estás perdido en la niebla en medio de la nada y ésta se empieza a disipar y se abre ante ti no solo el destino sino el propio camino. Es un subidón.
4- Verificación
Es su puesta en marcha. Parte de la plasmación, de la transmisión y el acuerdo con el cliente, quien dará también su punto de vista y hará las necesarias aportaciones, puesto que él es el actor principal en esta interacción.
Volviendo a Duchamp, también afirmaba que:
«En último análisis, el artista puede gritar a todos los vientos que él es genial, pero tendrá que esperar el veredicto del espectador para que sus declaraciones adquieran un valor social y para que finalmente la posteridad le cite en los manuales de historia del arte»